Saladino (1138-1193)

 

Balian, un soldado de las fuerzas cristianas que acababa de ser derrotado por los musulmanes, le pidió un favor a Saladino. ¿Podía viajar de forma segura desde y hacia Jerusalén para sacar a su familia antes que los musulmanes atacaran la ciudad? Saladino accedió a la solicitud; solamente le pidió a Balian que no se quedara a pelear.

Sin embargo, cuando Balian llegó a Jerusalén, los pocos defensores de la ciudad lo querían al mando de la guarnición. Avergonzado, le pidió a Saladino que lo liberase de su voto. Saladino lo entendió e incluso le dio a la familia Balian el paso seguro a la costa.

Esos incidentes habían construido la reputación caballeresca del brillante y a veces brutal Saladino.

Un musulmán kurdo del norte de Iraq, Saladino fue criado en una familia prominente. A los 14 años se unió al personal militar de su tío y a los 31 años lo siguió a Egipto, donde su tío se convirtió en visir (un alto funcionario). Cuando su tío murió dos meses más tarde, Saladino le sucedió. Entonces él derrotó a los líderes musulmanes con quienes competía y comenzó una dinastía que restauró a Egipto como la mayor potencia musulmana del Medio Oriente.

Saladino declaró una yihad en contra de los cristianos. En julio del año 1187, en las montañas con vistas al mar de Galilea, él ganó la decisiva y sangrienta Batalla de Hattin. Miles de cristianos fueron asesinados durante la batalla, y cientos fueron sacrificados después. En seguida, Saladino barrió a Palestina, tomando Jerusalén y capturando más de cincuenta castillos de cruzadas en dos años. Cuando terminó, había hecho retroceder a los cristianos a tres ciudades costeras.

En Ricardo Corazón de León, Saladino encontró un digno adversario militar, quien sofocó sus ejércitos musulmanes una y otra vez. Saladino encontraba a Ricardo "agradable, recto, magnánimo y excelente." Una vez cuando Ricardo contrajo una grave fiebre, Saladino le envió melocotones y peras, junto con hielo de la cima del Monte Hermón, a 100 millas de distancia. Finalmente estancado, Ricardo aceptó con renuencia una tregua de tres años.

El héroe militar más famoso del islam dejó un imperio que se extienda unos 1,200 kilómetros de norte a sur, cubriendo partes de Arabia Saudita, Egipto, Israel, Jordania, Siria y Turquía. Saladino murió a los 55 años, cansado de la guerra perpetua. Habiendo sido generoso a lo largo de su vida, él no tuvo el dinero suficiente para pagar por una sepultura.

 

Modifié le: mercredi 11 octobre 2017, 10:47