Tomás Kempis 1380-1471

Autor del devocional clásico más popular


"Debemos imitar la vida de Cristo y sus caminos si vamos a ser verdaderamente iluminados y liberados de las tinieblas de nuestros propios corazones. Dejemos que esto sea lo más importante que hagamos".

Sir Tomás More, el famoso Lord de Inglaterra, canciller de Enrique VIII (y tema de la película Un Hombre para Todas las Estaciones) dijo que éste era uno de los tres libros que todos deberían poseer. Ignacio de Loyola, fundador de los Jesuitas, leía un capítulo al día de aquel y regularmente obsequiaba ejemplares. El fundador metodista Juan Wesley dijo que éste era el mejor resumen de la vida cristiana que jamás había leído.

Estaban hablando de La imitación de Cristo de Tomás Kempis, el devocional clásico que ha sido traducido a más de 50 idiomas, en ediciones tan numerosas para que los académicos puedan darle seguimiento (para 1779 ya había 1,800 ediciones).

Poco se sabe de Tomás y es conocido por poco más—aunque esta sola contribución a la historia parece ser suficiente.


Humildad Primero

En el Llamado "Siglo Calamitoso", el siglo XIV, en el cual Thomas Hemerken nació, se sintió la sombra del apocalipsis. Las constantes guerras y los repetidos brotes de la Peste Negra hicieron decrecer a la población. El gran cisma dividió a la iglesia, estableciendo un papa en Roma y otro en Aviñón. En las zonas rurales, los merodeadores ambulantes no tenían límites y las revueltas campesinas mantuvieron a los centros urbanos tambaleando en la confusión.

Al comienzo Tomás se entregó a un monasterio agustino holandés asociado con un grupo llamado Los Hermanos de la Vida Común. Allí se convirtió en el ayudante predilecto del feje de los frailes, donde estaba encargó de instruir a los novicios en la vida espiritual. En esa capacidad, escribió cuatro folletos entre 1420 y 1427; éstos fueron recolectados y nombrados bajo el título del primer folleto: La Imitación de Cristo.

En La Imitación, Tomás combina un análisis dolorosamente preciso del alma con una visión clara de la plenitud de la vida divina. Él no describe la vida espiritual en forma lineal, como si un paso precediera a otro, sino que repite y embellece los temas, al igual que un compositor sinfónico.

En el primer tratado, "Recordatorios útiles para la vida espiritual", Tomás establece el requisito principal para la persona espiritualmente seria: " Debemos imitar la vida de Cristo y sus caminos si vamos a ser verdaderamente iluminados y liberados de las tinieblas de nuestros propios corazones. Dejemos que esto sea lo más importante que hagamos, por supuesto, reflexionar sobre la vida de Jesucristo".

La mayor virtud, a partir de la cual todas las otras virtudes fluyen, es la humildad. Tomás apuesta todo para dejar ir la ilusión de la superioridad. "Si quieres aprender algo que te ayudará realmente, aprende a verte como Dios te ve y no como te ves en el espejo distorsionado de tu propio egoísmo", escribe. "Esta es la más grande y más valiosa lección que podemos aprender: conocernos a nosotros mismos por lo que somos realmente, admitir libremente nuestras debilidades y carencias, y retener una opinión humilde de nosotros mismos a causa de ellas".

Además, la humildad nos lleva a emprender el camino hacia el sufrimiento: "Planea como quieras y organiza todo lo mejor que puedas, pero siempre podrás encontrar algunos sufrimientos, lo quieras o no. Ve a donde quieras, siempre hallarás la cruz… Dios quiere que aprendas a soportar problemas sin consuelo, a someterte totalmente a él, y a ser más humilde ante las adversidades".


No Confíes En Ti Mismo

Tomás continúa diciéndoles a sus novicios cómo manejar las críticas, los fracasos, los deseos sensuales, y las dificultades de obediencia—siempre con un ojo en las paradojas de una vida cristiana más profunda. Por ejemplo, en el capítulo 20 del primer libro, escribe: "Si aspiras a una ferviente vida espiritual, entonces también debes darle la espalda a las multitudes como lo hizo Jesús. El único hombre que puede aparecer en público es aquel que desea estar en casa. Sólo puede hablar con seguridad el que prefiere estar en silencio. Sólo puede gobernar el que prefiere vivir bajo sumisión, y sólo puede dirigir de manera segura el que prefiere obedecer".

Los dos primeros tratados son escritos como sermones o reflexiones. En el tercer tratado, "De Consuelo Interior", Jesús y el Discípulo hablan juntos sobre la vida espiritual, y en el cuarto libro, "El Libro Sobre el Sacramento", Tomás analiza cómo la Eucaristía puede ayudar a los fieles a acercarse a Cristo.

A lo largo de todo el libro, el consejo de Tomás es coherente: No confíes en ti mismo, no te dejes tentar, no te pongas por delante; en cambio, pon toda tu confianza en Dios y, por amor a la voluntad de Dios, cede a todas las circunstancias de la vida en las que Dios te ponga.

La Imitación de Cristo fue publicada en Latín, en Francés, en Alemán, en Español, en Italiano y en Inglés a finales del siglo XV, y sigue siendo una de las guías devocionales más populares hasta este día.

Línea del tiempo

1370

Catalina de Siena comienza sus Cartas

1373

Juliana de Norwich recibe sus revelaciones

1378

Inicia el Gran Cisma Papal

1380

Nace Thomas Kempis

1471

Muere Thomas Kempis

1479

La Inquisición Española se establece

 

Modifié le: mercredi 18 octobre 2017, 09:07