El Cristianismo y la Ciencia

Por David Feddes


El Juicio de Galileo y "El Juicio de Scopes" son dos de los dramas de tribunal más famosos la historia. En ambos casos, la ignorancia religiosa atacó a la ilustración científica. En ambos casos, un héroe valiente enseñó los nuevos descubrimientos que el establecimiento religioso no quería oír: Galileo, que la tierra gira alrededor del sol; Scopes que las personas evolucionaron a partir de los simios. Tanto Galileo, como Scopes fueron perseguidos, juzgados y condenados. Al final, sin embargo, los valientes hombres de ciencia probaron que estaban en lo correcto y los fanáticos religiosos fueron desacreditados. En cualquier caso, esa es la manera en la que a menudo se cuenta el relato, y esto es descrito como algo típico de un conflicto constante entre la ciencia y el Cristianismo.

Pero quizás esto no es tan simple. Antes de asumir que la fe en Cristo obstaculiza la ciencia, primero necesitamos enfrentar el hecho de que la ciencia floreció mayormente en naciones con herencia cristiana. ¿Por qué es así? ¿Hay algo en la fe en Cristo que no obstaculice a la ciencia, sino que la ayude? ¿Y si el relato de la Galileo y Scopes fuera falso? ¿Y si Jesucristo no es enemigo de la ciencia, sino amigo del científico?

La verdad sobre el juicio de Galileo es que se trató más de un choque de filosofías y personalidades que de una batalla de las Escrituras contra la ciencia. La raíz del problema de Galileo no era que estuviera en desacuerdo con la Biblia. El problema de Galileo era que él estaba en desacuerdo con el pensador griego Aristóteles. La mayoría de los colegas científicos de Galileo aceptaban el criterio general de las cosas de Aristóteles, incluyendo la opinión de Aristóteles de que la tierra era el centro del universo. De hecho, Galileo tenía más enemigos entre sus colegas científicos que entre el clero. Estos científicos no querían que ningún advenedizo (especialmente alguien tan ingobernable como Galileo) dijera que Aristóteles estaba equivocado. Ellos no pudieron demostrar que Galileo estaba equivocado usando la ciencia, por lo que citaron algunos pasajes de la Biblia (que malinterpretaron para adecuarlos para Aristóteles) y pidieron que se involucraran las autoridades de la Iglesia Católica. Galileo fue presionado para retractarse de sus opiniones, aunque nunca tuvo que soportar sufrimientos físicos o encarcelamiento.

¿La persecución de Galileo muestra que el Cristianismo es enemigo de la ciencia? No, muestra que los cristianos y los funcionarios de la iglesia a veces puede estar muy equivocados, pero no muestra del todo que la fe en Jesús obstaculice el descubrimiento científico. Galileo se consideraba a sí mismo cristiano y toda su vida siguió siendo miembro de la iglesia. Galileo nunca se vio a sí mismo en conflicto con las Escrituras. Él declaró, "La Santa Biblia nunca puede hablar mentira—siempre que su verdadero significado sea entendido." Así que antes de que veas a Galileo como la prueba de que la ciencia y el Cristianismo están en desacuerdo, toma nota del hecho de que el mismo Galileo apoyó las Escrituras, y toma nota del hecho de que Galileo y otros pioneros de la ciencia no brotaron simplemente en cualquier parte del mundo, sino en lugares con una herencia cristiana.


Los Pioneros de la Ciencia

La persona que originalmente trajo a colación un modelo matemático sobre la tierra orbitando en el sol fue Nicolás Copérnico. Él, al igual que Galileo después de él, era miembro de la iglesia. De hecho, Copérnico sirvió en su parroquia en una posición administrativa durante cuarenta años. Copérnico, dijo: "El universo ha sido forjado para nosotros por un creador sumamente bueno y ordenado." Copérnico se dedicó a la ciencia, a la cual llamó un "deber amoroso por buscar la verdad en todas las cosas, en la medida en que Dios lo haya concedido a la razón humana".

Johannes Kepler adoptó la perspectiva centrada en el sol de Copérnico y la mejoró mostrando que los planetas orbitan en una elipse, no en un círculo perfecto. ¿El Cristianismo obstaculizó a Kepler? No, él declaró, "El principal objetivo de todas las investigaciones del mundo externo debe ser descubrir el orden racional y la armonía que han sido impuestas por Dios." Él dijo que sus estudios científicos se dirigían sólo a pensar en los pensamientos de Dios en pos de él. Kepler creía que Dios lo había llamado a la labor de la ciencia, y oró: "Te doy gracias, Creador y Dios, de que me has dado este gozo en tu creación, y me regocijo en la obra de tus manos." Cuando se le preguntó en su lecho de muerte donde había puesto su esperanza para la eternidad, Kepler contestó, "solamente y exclusivamente en la obra de nuestro Redentor Jesucristo".

Después de Copérnico y de Kepler llegó Galileo. Como hemos visto, Galileo afirmaba que la Biblia, comprendida correctamente, nunca es mala. Aunque tuvo problemas con algunos líderes de la iglesia, el trasfondo de Galileo en el Cristianismo y su creencia en la Biblia ciertamente no le impidieron llevar a cabo avances científicos.         

El siguiente en la lista es Isaac Newton. La creencia de Newton en el Creador lo hizo tener la confianza de que debía haber algún orden subyacente para todo. Newton desarrolló el concepto de la gravedad, trajo a colación las ecuaciones, inventó el cálculo, y logró otros avances científicos, todo el tiempo viendo esto como la evidencia del poder y la sabiduría de Dios. Newton no sólo era científico. También escribió más de un millón de palabras en estudios bíblicos y dijo, "Ninguna ciencia se encuentra mejor autentificada que la religión de la Biblia." Newton cometió errores teológicos, pero no hay duda de que él tomaba la Biblia en serio y creía en la resurrección física de Jesús. "El Ateísmo es tan insensato," dijo él. El universo "no ocurre por casualidad".

Considera a otros grandes pioneros de la ciencia. Robert Boyle fue el genio cuya ecuación para la presión del gas es lo que los estudiantes de química todavía hoy aprenden como ley de Boyle. Boyle era un cristiano devoto.

William Harvey descubrió la circulación de la sangre. Él vio esto como una prueba más de que las cosas vivientes están diseñadas por Dios. Harvey habla sobre Dios como "el divino Artífice" que creó todo "para un propósito determinado, y para un buen fin", y Harvey se opuso a aquellos de su época que decían que las cosas vivientes son meramente el producto de las fuerzas materiales actuando por casualidad.

Georges Cuvier fue un pionero en la anatomía comparativa y un experto en fósiles quien cimentó la paleontología, el estudio de los fósiles, como un campo propio. Cuvier era un Cristiano Calvinista. Él insistía en que la naturaleza tenía una estructura ordenada no porque fuera de esa manera en sí misma sino porque está sujeta a las leyes de Dios.

El físico Lord Kelvin fue pionero en el campo de la termodinámica y estableció la escala Kelvin, que mide temperaturas desde el cero absoluto. Kelvin dijo, "Si piensas con suficiente firmeza, te verás obligado por la ciencia a creer en Dios.

George Washington Carver, un brillante Norteamericano de color, desarrolló más de tres centenares de productos diferentes a base del maní y más de un centenar de productos a base de la batata. Carver nació de padres esclavos, sin embargo, prosiguió para realizar cosas asombrosas como científico e inventor. Carver era un creyente de la Biblia seguidor de Jesús y le daba el crédito a Dios por su capacidad y su éxito.

Louis Pasteur salvó incontables vidas debido al descubrimiento de las bacterias y su papel al descomponer los alimentos y causar enfermedades. Pasteur desarrolló el método de destrucción de bacterias de pasteurización, cuyo nombre es dado en su honor. Él desmintió la vieja idea de la generación espontánea, que decía que la vida podía surgir de materia sin vida, y estableció el concepto de la biogénesis, acerca de que la vida surge solamente a partir de otra vida. Pasteur creía firmemente en Dios como Creador y en Cristo como Salvador, y dijo que entre más ciencia aprendía, se hacía más fuerte su fe.

Joseph Lister desarrolló antisépticos para evitar que los gérmenes infectaran heridas. Él les enseñó a los médicos a lavarse las manos y a esterilizar los instrumentos quirúrgicos antes de trabajar con los pacientes. Lister era un cristiano comprometido.

La lista podría seguir y seguir, pero confío en que ha quedado claro que los cristianos han hecho enormes contribuciones a la ciencia. Su fe ayudó su investigación, no fue un obstáculo. Ellos veían al Señor revelado en la Biblia como amigo del científico.


Un Marco Agradable

Es demasiado común exagerar el conflicto entre la fe y la ciencia, pero tendríamos que ser más sabios para preguntar por qué la creencia en el Dios de la biblia ha demostrado ser tan útil para el descubrimiento científico. La Biblia dice sobre el Señor Jesús, "Todas las cosas fueron creadas por medio de él y para él. Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten" (Colosenses 1:16-17). La fe en un Creador personal y racional, junto con la confianza de que la realidad es una unidad mantenida por un Señor—esta es la única base sólida para la investigación racional del mundo.

Es un hecho histórico que el mayor florecimiento del descubrimiento científico ocurrió en una civilización profundamente influida por la cosmovisión Cristiana. ¿Por qué es así? ¿Es sólo una coincidencia? ¿O hay cosas en la Biblia que, de alguna manera, apoyen y fomenten la investigación científica? La Biblia establece un fuerte precedente para estudiar el mundo que nos rodea y revela los principios que proporcionan un marco agradable para dicho estudio.

El primer precedente bíblico aparece al principio. Después de que Dios creó a los animales y al hombre, dice la Biblia, él le dio al hombre autoridad sobre las demás criaturas. Entonces el Señor trajo los animales ante Adán para ver como los nombraría (Génesis 2:19). En resumen, este es el trabajo de la ciencia: ejercer autoridad sobre otras partes de la creación, estudiando las diferentes cosas que Dios ha creado, y ofreciendo mejores palabras para describirlas.

Otro precedente bíblico para el estudio científico es el rey Salomón, un hombre de genio insuperable. Solomon aplicó gran parte de su brillantez al gobierno, a la política, a la estrategia y a la arquitectura. También escribió poesía y música. Como si todo esto no fuera suficiente, Salomón se dio tiempo para el estudio científico de la naturaleza. La Biblia dice, "Y Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes... También disertó sobre los árboles [y] asimismo disertó sobre los animales, sobre las aves, sobre los reptiles y sobre los peces." (1 Reyes 4:29,33). La Biblia habla con aprobación acerca de la investigación biológica de Salomón, por lo que claramente considera a la ciencia como algo bueno.

La Biblia ofrece un precedente y, aún más importante, establece una visión del mundo. Todas las cosas son creadas por Dios a través de su Hijo Jesucristo, y diseñadas de acuerdo a su inteligencia experta y son mantenidas en unidad a través de su poder y su plan. Esto proporciona una base para esperar encontrar patrones racionales en el mundo que nos rodea y establece un marco básico para la investigación científica.

Esto no es cierto en el caso de cada punto de vista. Algunos puntos de vista han sostenido que todo lo físico es malo o irreal. ¿Para qué molestarte en estudiar las cosas físicas si sólo son una ilusión? Otros han visto a la naturaleza como algo divino y han adorado a los animales, a los árboles, al sol, a la luna y a las estrellas. ¿Cómo puedes experimentar sobre algo que adoras? ¿Cómo puedes tratar de dominar otras cosas si contienen los espíritus de tus antepasados o de varios dioses? Los puntos de vista Animistas y Panteístas no fomentan la ciencia. Otros han considerado a todas las cosas como parte de un destino inevitable. No puedes cambiar el destino—sólo puedes resignarte a él—entonces ¿de qué sirve tratar de entender o de cambiar algo en el mundo que te rodea? Otros han pensado que la casualidad o el caos es el principio rector y que todas las cosas ocurren al azar. ¿Por qué buscar cualquier patrón uniforme en el mundo si todo es al azar y es caos? No es de extrañar que puntos de vista como estos no hayan producido muchos pioneros en el avance de la ciencia.

Sin embargo, la concepción bíblica es distinta. Según la Biblia, el mundo físico no es malo sino bueno; Dios lo creó y lo declaró bueno (Génesis 1:31), por lo que vale mucho la pena investigar y desarrollar. Al mismo tiempo, la creación no es Dios en sí mismo; ésta ha sido creada por Dios para su gloria y para nuestro beneficio, por lo que es bueno estudiar la obra de Dios y sacar el mayor provecho de ella para el bienestar humano. El mundo no es sólo una cuestión de suerte que sólo podemos sobrellevar, pero no cambiar; el Creador ha facultado a las personas para dominar la creación y nos ha autorizado gobernar sobre ella (Génesis 1:28), lo cual deberíamos tratar de hacer. Además, el mundo no es mero caos; está diseñado por un Creador sabio que es coherente en su carácter y que es ordenado en su actividad creativa, por lo que tiene sentido buscar patrones y estructuras.

La Biblia muestra que el Dios que hizo el universo también creó la mente humana, y que este Dios incluso asumió la naturaleza humana en la persona de Jesucristo. Esto nos da una buena razón para pensar que la mente humana al menos puede comprender algo sobre el mundo físico. Al mismo tiempo, la Biblia enseña que Dios libremente decidió crear el mundo y que él lo creó de la nada (Hebreos 11:3). Lo que hace Dios en su libertad no puede ser simplemente averiguado de antemano por nuestro razonamiento; tenemos que observar y descubrir cómo es el mundo realmente y estar abiertos a las sorpresas que pueden no ajustarse a nuestras ideas preconcebidas. Sólo cuando somos lo suficientemente seguros para pensar que nuestra mente puede captar algo de la realidad y, al mismo tiempo, lo suficientemente humildes para cambiar nuestra manera de pensar mientras seguimos experimentando y llevando a cabo nuevas observaciones de la manera en que Dios ha diseñado algo, se puede llevar a cabo el progreso científico. No es de extrañar, entonces, que la ciencia ha hecho los mayores avances en culturas influidas por el punto de vista Cristiano.

Un escritor de ciencias sin apego al Cristianismo confiesa, "El mundo cristiano es finalmente el que dio nacimiento, de una manera clara y articular, al método experimental de la ciencia misma." La historia de la ciencia no es tanto un caso sobre el Cristianismo contra la ciencia sino un caso de sobre un Cristianismo que proporciona el marco para el florecimiento de la ciencia. La fe en Cristo ayuda a la labor científica de aquellos que se consideran Cristianos, e incluso ayuda a la ciencia de muchos no Cristianos. Varios científicos han rechazado la fe en el Dios bíblico, pero aún dependen de los principios de un universo estructurado y del poder de la observación humana para descubrir esas estructuras, e incluso también dependen de otros principios importantes que tienen sus raíces en el punto de visa Cristiano—aun cuando ellos no se den cuenta de ello.


El Conflicto y el Juicio de Scopes 

A finales de los años 1800 y principios de los años 1900, el conflicto entre algunos científicos y el Cristianismo se hizo más claro y más frecuente. ¿Esto es porque el Cristianismo estaba en contra de la ciencia? No, sería más exacto decir que algunos científicos están cada vez más en contra del Cristianismo. Algunos partidarios de la evolución aleatoria querían que su nueva religión, opuesta a la creación, fuera obligatoria en las aulas de las escuelas públicas. Sin embargo, una gran cantidad de ciudadanos y legisladores no quisieron que la escuela pública adoctrinara a los niños en la religión anti cristiana del humanismo evolutivo. En los años 1920 la legislatura de Tennessee aprobó una ley de financiamiento para la educación, que incluía una gran medida simbólica prohibiendo la enseñanza del evolucionismo. Eso dio lugar al juicio de Scopes.

La UALC (Unión Americana de Libertades Civiles) quería un enfrentamiento y promovió que alguien creara un caso judicial. Algunos ciudadanos de Dayton, Tennessee creyeron que la atención nacional podía atraer negocios a su pueblo, por lo que alentaron a John Scopes para que se ofreciera ante la UALC como candidato para un desafío judicial. Scopes en realidad era profesor de matemáticas y entrenador de atletismo y sólo había estado brevemente de sustituto como profesor de biología. Él no recordaba haber enseñado realmente sobre la evolución y no la entendía muy bien, pero había utilizado un libro de texto que contaba con una breve sección sobre el tema. Sus defensores nunca lo colocaron en el puesto de testigo debido a que su falta de conocimiento (por no mencionar su incertidumbre en cuanto a si él incluso había impartido la asignatura) pudiera resultar embarazoso.

El juicio no se trataba de una grave acusación penal sino de un acontecimiento mediático. Scopes nunca estuvo en peligro de ir a la cárcel o de ser despedido. Cuando hubo un descanso en el juicio, incluso él se fue a nadar con los fiscales adjuntos. William Jennings Bryan, una figura política de renombre, procesó el juicio y, Clarence Darrow, el abogado de defensa más famoso en los Estados Unidos, representó a Scopes. Como muchos de la UALC, Darrow era un agnóstico que estaba en contra del Cristianismo y daba conferencias famosas oponiéndose a la fe bíblica. Darrow logró hacer que Bryan en ocasiones se viera torpe, pero Darrow también fue lo suficientemente inteligente como para desistir mientras estaba por delante. Debido a que su cliente no estaba enfrentando graves consecuencias de todos modos, Darrow hizo que Scopes se declarara culpable de violar la ley y que pagara una pequeña multa, finalizando así el juicio antes de que Bryan pudiera llevar a cabo la declaración de clausura de la acusación. Darrow más tarde admitió que temía a la elocuencia de Bryan y no quería darle la última palabra.

Esos son los hechos del juicio de Scopes. Sin embargo, algunos reporteros, liderados por el anti Christiano H. L. Mencken, retrataron todo el episodio como un caso sobre Cristianos fanáticos atacando brutalmente a un ilustrado profesor de ciencias y lo hicieron sonar como si Darrow hubiera demostrado el evolucionismo y como si hubiera destruido la credibilidad de la Biblia. A los opositores del cristianismo todavía les gusta dar su versión sobre los relatos pasados de moda de Galileo y Scopes, destacando que el Cristianismo entorpece la investigación libre. Es importante conocer la plena verdad sobre esos dos juicios.

Aún más importante es reconocer nuestra situación actual. ¿Quién está siendo presionado y enjuiciado en la actualidad? La persecución principal es aquella que va dirigida hacia los profesores que se atreven a mencionar al Creador en su aula. La UALC protagonizó el juicio de Scopes en nombre de la libertad intelectual, pero ¿en la actualidad la UALC defiende el derecho de los maestros para señalar los defectos del darwinismo y para presentar pruebas científicas sobre el diseño de un Creador? No, la UALC lleva a esos profesores a la corte. El objetivo no es la libertad de practicar la religión, sino la libertad de abandonar la religión. De esta manera, los estudiantes pueden ser adoctrinados en la nueva religión del humanismo secular y en su fe de la evolución sin el Dios de la Biblia.


El Amigo del Científico.

Habiendo dicho todo esto, reconozcamos que el llamado conflicto entre la ciencia y el Cristianismo ha sido exagerado, mientras el hecho de que la ciencia floreció en el suelo de la herencia Cristiana a menudo ha sido ignorado. Cuando se produce un conflicto, hoy día, se trata principalmente de una batalla entre puntos de vista, Cristianos contra anti Cristianos, fe no bíblica contra descubrimiento científico. Mientras tanto, Jesús sigue siendo amigo de la ciencia, aunque algunos en el campo científico lo rechacen.

¿Realmente son importantes cualquiera de estas cosas? Si ya crees en la Biblia y si confías en Jesucristo, tienes una relación personal con Dios que no depende de la evolución del pensamiento científico. ¿Por qué debería importarle a un Cristiano si el punto de vista Cristiano efectivamente ayuda a la ciencia a florecer?

Bien, una razón es que algunos cristianos se estremecen cuando les dicen que el mundo físico que los rodea puede explicarse mejor prescindiendo de la fe en Cristo. Es alentador saber que la verdadera ciencia, lejos de ser enemiga de la fe bíblica, ha contraído una enorme deuda con la concepción bíblica. Otra razón es que toda la verdad es la verdad de Dios. Los cristianos no deben eludir los nuevos descubrimientos acerca de la creación, incluso si algunos de esos descubrimientos son efectuados por los no cristianos. Podemos rechazar sus puntos de vista falsos y contrarios a la religión, sin rechazar los descubrimientos legítimos. Después de todo, cada nuevo descubrimiento aporta un mejor entendimiento de la creación de Dios y un nuevo motivo para alabarlo. La ciencia puede añadir algo a nuestro aprecio de nuestro Creador y Salvador.

¿Pero y si no eres Cristiano? ¿Por qué deberías preocuparte por la relación entre el Cristianismo y el florecimiento de la ciencia? Bueno, si has tenido la impresión de que el cristianismo contradice el conocimiento científico, ahora puedes deshacerte de esa idea errónea. Una vez que te des cuenta de que la ciencia y la tecnología tienen una enorme deuda con el cristianismo, podría ser que tomes más en serio al Cristianismo. La ciencia puede ser buena, pero no es suficiente. Si te centras sólo en los estudios científicos, te perderás el amor del Señor y Salvador personal, quien diseñó todas estas cosas. Y es más probable que utilices la ciencia de forma equivocada, produciendo los horrores deshumanizantes de un mundo nuevo y espléndido.

Blaise Pascal era un genio en las matemáticas y en las ciencias, pero él entendía que hay más a la vida que las matemáticas y las ciencias, y hay más para Dios que solo ser el creador y el diseñador de un mundo racional. "Solo podemos conocer a Dios a través de Jesucristo", dijo Pascal. "El Dios del Cristiano no consiste simplemente de un Dios que es el autor de verdades matemáticas y del orden de los elementos. Ese es el concepto de los paganos… El Dios de los cristianos es un Dios de amor y de consuelo".

¿Conoces a este Dios de amor y de consuelo? ¿Incluso has intentado averiguar acerca de él? Si no, entonces no acuses a los Cristianos de cerrar sus mentes a la ciencia; tú has estado cerrando tu mente a Jesús. ¿No deberías al menos investigar? Si los pioneros de la ciencia estaban operando dentro de un marco Cristiano, e incluso si los científicos que no son cristianos todavía dependen de muchos principios derivados del punto de vista Cristiano, ¿no debías al menos como una persona científica, estudiar lo que dice la Biblia y descubrir por ti mismo acerca de Jesús? Podrías encontrar algo más que un marco agradable para la ciencia; podrías encontrarte con el Creador del universo como tu amigo personal.

 

Last modified: Tuesday, October 31, 2017, 10:59 AM